Ser puntual a diario
Ser puntual es valorar el tiempo, respetarse asimismo y a los demás; requiere de mucha responsabilidad, per o el éxito del hombre en el hogar, estudios, trabajos, negocios, viajes, etc.; depende de la puntualidad.
En nuestro país es censurable que se haya convertido en regla la "hora ecuatoriana" la que faculta a las personas empezar una reunión, programa, asistir a citas, una hora después de la señalada, costumbre que va en contra de los principios morales y éticos del hombre que busca su progreso.
Es importante anotar que en un principio el hombre forma los hábitos, luego los hábitos forman al hombre, en consecuencia la puntualidad debe practicarse desde la temprana infancia, el niño que pide alimento a su madre lo hace a determinada hora, aprende a controlar sus esfínteres, se levanta temprano para ir puntual a la escuela, cumple con los deberes sin excusas; el joven que hace una cita para estudiar, entrenar, ir de paseo; el estudiante universitario que voluntariamente asiste puntual a clases, el obrero, el profesor, el profesional… saben que el tiempo que pasa no vuelve jamás.
Un turista perdió su pasaje, por llegar un minuto tarde al aeropuerto, un aspirante a ocupar un importante cargo en la empresa perdió su oportunidad por llegar tarde a la cita, un estudiante reprobó su examen por no llegar a tiempo; en fin siendo puntuales podemos ganar mucho pero la impuntualidad nos aleja del éxito.
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Anónimo -